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martes, 15 de marzo de 2011

Hay lunares feos, hay lunares lindos. Y estaba él...

Estaba preso en sí mismo,
ahora era solo un recuerdo del pasado que no fue.
Un alma errante que caminaba entre aquellas otras almas errantes, perdidas que no sabían si iban o venían.
Chocaban. Peleaban. Sangraban. Cantaban
Ya tenían olor putrefacto.
Entre dimes y diretes divagan sus espiritus,
que se debaten entre el amor y la muerte.
El amor es equivalente al fallecimiento de la razón,
la razón es equivalente  a la perdición,
pero sin amor sus almas estaban perdidas.
No sé, ya no entiendo, ya no entendés, ya no entendemos.
No se puede vivir armónicamente con personas que ya no saben, no las soporto.
Gente inconsiente y parasitaria, si las hay.
Somos pelusas encastradas en un mar de nervios en constante sinapsis, ya no hay nada que puedas hacer, salvo dejar que domine tu mente, y la de ellos también, estamos acabados y vos también.
'Mirá, tengo tu cerebro en una mano y tu alma en un pié.
Mirá mirá, los voy a esconder, me los voy a comer'

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